En el cristianismo es el vaticinio con una guía divina, por lo general se dice de la bibliomancia cuando se usa la Biblia como medio de consulta. Para el catolicismo debe ser practicada por clérigos y no por laicos o paganos, de otro modo se convierte en sortes diabolorum ("oráculos diabólicos"). La locución latina sortes sanctorum puede interpretarse como "oráculos cumplidos", y está formada por los plurales de sors ("oráculo, fe, destino", también "herramienta de adivinación") y del participio del verbo sancio ("confirmar, ratificar, cumplir la profecía"), que está relacionado con sanctus,i ("santo").
"Existió un libro específico para esta práctica llamado justamente 'Sortes Sanctorum', pero fue declarado apócrifo por la Iglesia a finales del siglo V."